Como conté en uno de mis anteriores post, estuve con unas amigas de cena. Con las amigas de siempre, nos conocemos hace más de 30 años, toda una vida. Somos 5 y sólo 2 de nosotras somos mamás. La cena en casa de una de ellas, que no tiene peques, fue genial.
Es curioso que cuando nos juntamos los temas principales de conversación son los pequeñajos, Aran, Gina, Leyre y Unai. Aunque tres de ellas no tengan empezamos siempre hablando de sus enfermedades, los colegios, sus logros... En fin, que des de hace tres años hacia aquí los temas de conversación han cambiado por completo. Y es de agradecer a esas amigas que no tienen niños el aguantar a las dos mamitas del grupo cuando nos desfogamos y sacamos todo ese estrés que tenemos dentro, que si se portan mal, que no duermen, que si comen poco, que el pediatra no nos gusta, ...en fin que les damos unos super-ánimos para que en un futuro les apetezca tener niños a ellas también.
Nosotras necesitamos sacar todo eso que tenemos dentro. Pero pensándolo fríamente, a ellas que les importa? Nos quieren y aguantan esas cenas llenitas de temazos interesantes como..los mocos, las toses , las cacas, las guardes, los coles y maridos que no nos ayudan ni nos entienden ni nos valoran, como nosotras creemos que deben hacerlo, en algunos momentos . Pero mirándolo bien, tiene que ser un coñazo aguantar a dos mamis soltando por la boca todas sus quejas y también sus alegrías, que por suerte son muchas más, de sus bebes.
Llega un momento que, por suerte para ellas y para las mamas, la conversación, de repente, cambia de tercio y empezamos ha hablar de sus ligues y sus experiencias con el sexo opuesto. Es entonces cuando ves que hay vida más allá de tus peques, te regalan esas risas valorando a los chicos del momento. Cotilleando sus Facebooks e Instagrams. Y porque no, disfrutando al ver pivones como esos, porque somos mamis y adoramos a nuestros maridos, pero nos alegramos la vista un ratito y eso también esta genial
Después de la cena, empezó lo bueno!! A jugar al Singer Star. Brutal!! No necesitábamos micros porque gritábamos tanto.... Yo me tomé una copita de vino, ya que decidí que esa noche Unai debía tomar el bibi y acostumbrarse a que mami tuviese alguna noche de chicas y risas, tan necesaria para sobrevivir a esta locura de la doble maternidad. Pues bien, con una simple copita se nos hicieron casi las dos de la madrugada cantando, bailando y riendo. Y esas horas, esas horas me renovaron como si me hubiese ido a un spa durante 15 días. Y el remate fueron nuestras fotos postureo, con caras imposibles, que al verlas después no paramos de reír durante un buen rato.
Y es que las mamis, somos mamis las 24 horas, amas de casa, actrices, cocineras, costureras, cuenta cuentos, payasas, bailarinas... pero lo principal es que somos mujeres y como tal necesitamos una noche de chicas de veces en cuando, porque si no......no sobreviviremos patológicamente hablando a esta vida de locos!!!!
No quiero terminar sin dar la gracias a esas amigas, que no tiene hijos, pero que tendrán!! Y que nos dan esas conversaciones que nos hacen regresar a nuestra vida sin cordones umbilicales ligados a nosotras. Y que con gran paciencia y amor soportan nuestras conversaciones de bebes, niños y todas sus consecuencias. Gracias, mil gracias, por estar ahí. Y por que nos podemos discutir, tener diferentes puntos de vista, vivirnos diferente. Pero sabemos que en cualquier momento y en cualquier lugar cuando las necesitamos están ahí para darnos lo mejor de ellas. Las mías responden al nombre de Clara, Silvia, Paula y Silvia. Gracias "nenis guapis" sois la mejores. Os quiero pequeñas... este post va por vosotras!!!
Recordar....
......Sonríe, besa, comparte, ama y disfruta de los CORAZONES DE PIRULETA.
Con mucho LOVE
Laura
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